Durante varios años se han experimentado distintos métodos para mejorar la calidad y representatividad de las muestras citológicas, especialmente en citología ginecológica
Genéricamente, la técnica de la citología de base líquida se fundamenta en el lavado de todo el material recogido dentro de un líquido conservador, creando una suspensión de células en perfecto estado de conservación. En el laboratorio de citología, las células en suspensión se procesan eliminando el exceso de moco, sangre y células inflamatorias, siendo depositadas en el porta-objetos en una capa fina con una representación proporcional de toda la celularidad recogida para su procesamiento.
El procesado puede realizarse manualmente o de manera automatizada. Para asegurar la aleatoriedad de la transferencia de células al porta-objetos, el proceso manual requiere excesivo tiempo y no está exento de dificultad. Sin embargo, actualmente existen aparatos comercializados automáticos y semi-automáticos, aprobados por la FDA para programas de despistaje de diagnóstico precoz de cáncer de cérvix.
Aunque con métodos distintos (transferencia celular y centrifugación), los resultados son similares y mantienen las propiedades de proporcionalidad celular dispuestas en una fina capa, con escasa superposición celular y significativa disminución de elementos enmascaradores (moco, sangre y células inflamatorias).
El dispositivo comercializado con el método de transferencia celular (Fig. 1) origina sobre el porta-objetos un depósito de células en un área circular de 20mm de diámetro, conteniendo alrededor de 50.000-70.000 células. El sistema de centrifugación (Fig. 2) deposita la celularidad en un área circular más pequeña de 13mm de diámetro pero con un número de células similar, mostrando por tanto mayor densidad celular.
Una vez pasados los porta-objetos por una solución de etanol de 96º están dispuestos para su tinción y montaje de rutina.
Los viales se conservan hasta el diagnóstico definitivo por si fuera necesario la repetición o la aplicación de técnicas complementarias.
El material citológico restante que contiene el vial puede ser conservado de tres a cuatro semanas a temperatura ambiente y de siete a ocho meses a 4ºC .
Aunque estos dispositivos fueron en principio diseñados para el manejo de la citología ginecológica, en la actualidad han tomado un gran auge en la citología no ginecológica (cepillados, líquidos y punción aspiración), contribuyendo a mejorar y optimizar técnicas complementarias, la docencia y la investigación.
Ocasionalmente las muestras citológicas procesadas por transferencia celular pueden mostrar distintos artefactos, resumidos en:
Efecto “halo”: Las células se depositan en la periferia del círculo y muy escasamente en la zona central. Para corregir el defecto es preciso diluir la muestra.
Perdida celular parcheada: Las células no se depositan homogéneamente dentro del área circular, sino irregularmente dejando espacios vacíos. Este efecto probablemente está relacionado con el exceso de moco de la muestra. Se puede prevenir evitando la contaminación por el moco cervical y el uso de lubricantes.
Preparaciones densas y exceso de sangre: El aumento de la celularidad y el exceso de sangre dificultan la correcta interpretación citológica. Las preparaciones densas pueden estar relacionadas con la elevación de la temperatura ambiente, por lo que se aconseja que los viales se mantengan a temperaturas entre 5ºC y 37ºC . Estos defectos pueden ser corregidos disolviendo el material con ácido acético glacial y repitiendo el proceso.
Además de los procesadores reseñados existen otros dispositivos basados en las propiedades de la citología de base líquida con mejor calidad y representatividad celular, en capa fina y exenta de elementos enmascaradores. Aunque estos sistemas ofertan nuevas alternativas y a menudo a menor coste, en estos momentos carecen de la suficiente documentación bibliográfica.
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